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Mostrando entradas de octubre, 2009

Dios se revela a nuestras vidas en lo más simple...

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La mayoría de las veces cuando las cosas comienzan a lucir difíciles pensamos que los caminos de DIOS son demasiado complicados, pero la verdad es que aunque no podremos entender a DIOS, solo tenemos que creer y obedecer. Isaías 55:8 “Porque mis pensamientos, no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos, mis caminos, dijo Jehová”. A pesar de que los pensamientos de DIOS son más altos que los nuestros, ÉL utiliza maneras simples para revelarse a nuestras vidas. Por qué? Porque ÉL no desea que a través de nuestra vida y caminar juntos, ni siquiera sepamos lo que anhela de nosotros, el propósito que estableció sobre nuestras vidas, o que nuestra relación con ÉL sea meramente un protocolo y no la de padre e hijo. DIOS nos habla y se revela en lo simple de nuestro diario vivir. Que un profeta de DIOS nos hable y nos traiga una palabra ponderosa de parte del Señor es maravilloso, es bueno y lo comparto, apoyo y creo…, pero no dependemos solamente de un profeta para que DIOS se rev

La palabra que declaramos tiene poder…

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Declarar en el diccionario de la Real Academia significa “dicho que tiene autoridad, puede manifestar ánimo, intención, afecto, dicho de una persona”. Si es un dicho con autoridad, imagínate el poder que tiene toda palabra que sale de nuestras bocas. Lo que confesamos y declaramos se desata para reflejar nuestro mundo interior, porque de los dichos del corazón habla la boca. Al declarar una palabra se activa un poder sobrenatural. Lo que es aún invisible y no ha pasado, se hace visible. Si declaramos la palabra de Dios y sus promesas ante nuestras diversas situaciones activando la FE, DIOS obrará para que sea manifiesta esa palabra y se cumpla sobre nuestras vidas. Por eso es tan importante, pensar aún en medio de la crisis y el coraje o el desánimo la palabra que vamos a declarar. Por medio de ella podemos construir y edificar, como destruir. Dios en Mateo 18:18-19 18: 18 nos dice “Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten

Transformados, sin perder nuestra esencia…

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En el camino somos transformados, renovados y restaurados, tanto de pensamientos, como de sentimientos, o sea, mente y corazón; incluso físicamente porque cuando nuestro interior es transformado y restaurado se refleja en nuestro exterior. Cada uno de nosotros es creación de Dios, formado por sus propias manos y semejantes a ÉL. Lo que sucede es que a medida que vamos adquiriendo experiencias y vivencias en el camino adoptamos actitudes y un carácter que en ocasiones no es el major, es normal. DIOS es tan bueno y misericordioso que nos ama aún con esas actitudes. Es por eso, que decide con paciencia y amor aceptarnos tal cual somos, y en el camino comienza su labor de transformarnos, renovarnos y restaurarnos. Transformar: cambiar sin alterar sus características esenciales, renovar: restablecer algo y volverlo a su primer estado y restaurar: volver a poner en su estado original. Podemos ver que en los tres casos hay algo similar y es que todo se conserva en su estado original, y