En las Manos del Alfarero....
Desde el principio con sus manos nos creó del barro; y aún hoy, día a día, sus manos nos siguen formando. Nuestro Alfarero no se cansa de formarnos, ni se rinde o nos desecha cuando a través del camino algún pedazo de la vasija se desprende, o una grieta se forma. Sin importar las veces que tenga que romperla y volverla a levantar la sigue formando. No descansa hasta sellar cada herida, hasta trabajar nuestro carácter, hasta ordenar nuestros pasos, y trasformar nuestros corazones y pensamientos, hasta restaurarla y llevarla a su estado original, esa vasija de honra que pensó y perfeccionará. En medio del proceso, de la formación y el trabajo incansable de sus manos, pídele que te ayude a ver lo que está hacienda en tu vida. Obra de sus manos somos cada uno de nosotros. Cada vasija es un diseño exclusivo que nace de su corazón, y como cada vasija, NO hay dos. Déjate formar por las manos del Alfarero. Verás finalmente, una vasija de honra en sus manos…Tú!!!! - (Jeremias 18:6) “No