Nunca dejemos de soñar...
Nunca dejemos de soñar, dejar de soñar sería como dejar de creer en una vida maravillosa, como dejar que esa luz que brilla dentro de nosotros se apague, es como dejar de creer que en cada sueño hay una realidad.
Cada uno de nosotros tiene sueños que alcanzar. Incluso, muchas veces pensamos que son imposibles de alcanzar y que sería una locura intentarlo. Sin embargo, ese sueño sigue latiendo en nuestro corazón, y dando vueltas en nuestra mente, sigue calentando el motor que nos corre por las venas y nos llena de alegría y de esperanza, en cambio, si no tenemos FE en nuestras capacidades, se puede quedar en un simple sueño cuando lo ideal sería que lo lleguemos a realizar con la acción que le da vida. Luego de soñar, anímate a establecer una meta, quizás tome un poco más, quizás un poco menos de lo esperado…cuánto tome no es lo importante, lo importante es la tenacidad con la que perseveres para lograrlo. Muchos no creerán en tu sueño, e intentarán apagarlo diciéndote que es imposible de alcanzar…la verdad es que están equivocados, porque depende de nuestra tenacidad y nuestro deseo de alcanzarlo, y de cuánto lo hayamos creído. La mayoría de las veces lo critican porque aunque les agrada, les cuesta reconocerlo, y en lugar de pensar en su propio sueño han parado de soñar, pero en su interior saben que sera exitoso.
Nuestro sueño es aquello que nuestro corazón atesora, y lo piensa con ánimo y lo cree en FE. No importa cuan alto y grande sea, siempre piensa en grande, DIOS es un DIOS de grandezas, el cielo es el límite que nos ha puesto…y si Jacob vio una escalera que bajaba de los cielos, tú puedes ver esa escalera como meta para alcanzarlo con la ayuda de Dios, y pelear por ese sueño como Jacob peleó por su bendición (Gén 28:11). Cada escalón que subas, te llevará a otro nivel y estarás más cerca de alcanzarlo. Rodéate de personas que te edifiquen y te llenen de estímulo y de palabras positivas; de aquellos que al igual que tú y yo sean soñadores. Solo necesitas que uno crea en ti…DIOS y ese cree en tí y en mí como que es nuestro Creador y nos dotó de capacidades. Cuan grande soñemos nuestra realidad depende de tí y de mí. El hombre puede no ver una oportunidad en tu sueño, pero AQUEL que conoce nuestras capacidades se encargará de lanzarnos. Cada sueño consúltalo con DIOS y una vez aprobado por ÉL échalo a andar y establece la meta. Aún cuando se presenten obstáculos, no te desenfoques, sería obstáculo si no tienes FE, pero cuando caminamos en FE los obstáculos son catapultas que nos lanzan a la meta. Dios es quien ordena nuestros pasos, y el que día a día cree en nosotros.
Recuerda los sueños comenzados, con una meta recorrida, se convierten en una realidad...son sueños alcanzados!!! Dios te bendiga!!!
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